lunes, 19 de agosto de 2013

El incendio de 1896 denominado "El Fuego Grande"


El incendio de 1896 denominado "El Fuego Grande" (EDGAR ESPINOZA)


El incendio grande se suscitó entre el 5 y 6 de octubre de 1896 el cual fue originado entre las paredes de una Iglesia esta fue una de las hipótesis que se manejaban por el que se producio el incendio  luego se dijo que se había suscitado por un posible sabotaje puesto que, para entonces  se estaba preparando una convención donde se definiría  el nuevo estado geopolítico de la nación; tendencia política planteada  por el aquel  entonces Presidente,  General Eloy Alfaro, y mediante el cual el país se convertiría  en estado confederado. Este acto se llevaría a cabo en el edificio de la Gobernación  Se dieron otras hipótesis pero en fin no se pudo determinar en si como fue que se originó el incendio que acabo con las ¾ partes de Guayaquil alrededor de la media noche del 5 de octubre y culmino al siguiente día .


A las dos de la mañana ya eran varias bombas empeñadas en la lucha contra el fuego, entre ellas:
  • "La Salamandra No. 2"
  • "La Independencia No. 15"
  • "La Sucre No. 17"
  • "La Unión No. 3".
Esfuerzo inútil, pues el fuego lo devoraba todo insaciablemente. El incendio cogió varias direcciones: De este a oeste por la calle Aguirre; de norte a sur por el Malecón; y en dirección sudeste por la calle 9 de octubre.





Por la mañana del día 6 las tres lenguas de fuego se encontraron en la plaza San Francisco y produjeron un infernal torbellino que calcinaba hasta las piedras y levantaba por los aires cuanta mercadería, muebles y objetos de valor habrían sido llevados a ese sitio para evitar su pérdida. A las 5:45 las llamas devoraban las cúpulas de la Iglesia de San Francisco, desintegrando su reloj, se inició el más terrible flagelo que ha sufrido la ciudad, conocido como el “incendio grande”. Se inició en la esquina de Aguirre y Malecón, frente a la gobernación, corrió hacia el norte consumiendo las casas que se encontraban entre Malecón y la calle Rocafuerte y luego de quemar todas las de Las Peñas, terminó en la antigua cervecería. En su camino por Aguirre desde el malecón hacia el oeste, volteó por Chile hasta Ballén, continuó hasta Boyacá, se encaminó al norte hasta Luque, por donde dejó todo en cenizas hasta la calle Chanduy, volteó por Zaruma al oeste hasta Morro, y por esta se desplazó al norte. Finalmente lo único que detuvo el fuego fueron las sabanas despobladas en donde se refugió la gente que lo había perdido todo.

la ciudad tuvo una pérdida total de dieciocho millones de sucres, equivalentes al total de las exportaciones cacaoteras de todo el año del país. La población quedó reducida a 35.000 habitantes, y, los vecinos de los barrios del sur, y de otros sectores que se salvaron, quedaron afectados de tal forma, que bastaba una pequeña columna de humo, para que se produjese una gran alarma. El espíritu de ayuda solidaria tradicional de guayaquileños y extranjeros no se hizo esperar, Se manifestó hasta en los mínimos detalles, los cuales en la confusión generada por el pánico, mucha gente huyó despavorida del incendio y se extravió. Otros vagaron por la ciudad durante horas buscando sus parientes. Frecuentemente se daban encuentros entre quienes se creían muertos. Muchos niños caminaban entre el amasijo de escombros, pues al perder sus domicilios, y cualquier referencia visible del área en que habían vivido, fácilmente se desorientaban. La mayor parte de ellos permanecieron durante varios días en casas de gentes caritativas que los acogieron. No obstante las presiones a las que estaban sometidos, rigores de la pobreza en que muchos quedaron, temores e inseguridad sobre la vida que les esperaba, la comunidad se daba lugar para participar con entusiasmo de la vida y reconstrucción de su pujante 
urbe.
 
 
              "Todo quedó en cenizas mientras el monumento de Rocafuerte veía pensativo consumirse la ciudad que lo vio nacer."

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